Auschwitz

Calificado para muchos como el infierno, este campo de concentración situado en Polonia trae consigo horribles recuerdos. Muchísimos polacos, gitanos, judíos y homosexuales fueron exterminados sin piedad alguna en los crematorios y en las cámaras de gas por la Alemania Nazi, en ese momento, liderada por Hitler.

Han pasado ya mas de 70 años pero nadie puede olvidar uno de los mayores genocidios de la historia, sobretodo en el caso de los supervivientes, que de manera milagrosa sobrevivieron a aquella barbarie.
Psicologicamente ellos ya no volvieron a ser los mismos puesto que esto les ha dejado un gran trauma que les ha marcado de por vida. Así lo contaba uno de ellos en su testimonio, en el que expresaba como en aquel campo de exterminio a él le encomendaron la función de matar a los niños y como hoy en día puede soportar escuchar los llantos de personas adultas pero si esto ocurre con un niño, no lo puede soportar y le transporta directamente a este momento.

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar una exposición dedicada íntegramente a este suceso, y me quede muy conmocionada al ver muchas de las pertenencias de las personas fallecidas como por ejemplo ropa, zapatos, maletas, cartas escritas de su puño y letra a sus familiares... es muy impresionante como personas inocentes y sin no hacer nada para merecerlo tuvieron que pasar por aquello. 

Además, pude ver vídeos de los supervivientes que contaban las horribles cosas que pasaron en ese momento y como al salir de allí no sentían esa felicidad o esa sensación de alivio, simplemente porque sus familiares no habían logrado salvarse o porque se habían quedado sin nada.
Nadie que mire y escuche sus testimonios podrá volver a mirar el mundo de la misma manera.

En mi opinión, pienso que vemos muy lejanas estos sucesos simplemente por el tiempo que ha pasado de ellos o porque actualmente ocurren muy lejos de nuestras fronteras y por eso pensamos que nunca nos va a tocar vivir eso a nosotros.